Manejando el Estrés desde Nuestras Fortalezas Internas

En algún momento de nuestras vidas, todos enfrentamos situaciones que nos generan estrés. En este artículo, descubriremos cómo conectar con nuestras fortalezas internas para hacer frente a las situaciones estresantes.

Irene de Ana

11/4/20244 min read

La DANA en España nos ha puesto a prueba, mostrando cómo la incertidumbre y la pérdida afectan nuestro bienestar.

En algún momento de nuestras vidas, todos enfrentamos situaciones que nos generan estrés. Este estado emocional, aunque natural, puede convertirse en una carga que afecta nuestro bienestar si no lo manejamos de manera adecuada. Afortunadamente, todos tenemos fortalezas internas que, cuando las desarrollamos, nos permiten enfrentar el estrés de forma saludable y resiliente.

Nuestras fortalezas internas son recursos emocionales y psicológicos únicos, herramientas que podemos utilizar para afrontar desafíos. Desarrollar estas fortalezas no solo nos ayuda a superar momentos de estrés, sino que nos permite evolucionar en el proceso, dándonos seguridad y perspectiva.

Cada persona tiene un conjunto diferente de fortalezas, pero hay algunas que resultan especialmente útiles para gestionar el estrés:

Claves para Manejar el Estrés

Autoconfianza
Creer en nuestras propias capacidades nos ayuda a enfrentar el estrés con una mentalidad de crecimiento y superación. ¿Cómo trabajarla? Practica la reflexión diaria sobre tus logros, por pequeños que sean. Reconocer nuestros éxitos, por mínimos que parezcan, contribuye a fortalecer esta confianza.

Adaptabilidad
Ser adaptable significa ser flexible ante los cambios y saber ajustar nuestras expectativas cuando las circunstancias lo exigen. En situaciones de estrés, la adaptabilidad nos permite evitar el agotamiento de insistir en controlar lo incontrolable. Herramientas como la práctica de mindfulness o la meditación pueden ayudarte a ganar mayor flexibilidad mental y emocional.

Autocuidado y Compasión hacia un@ mism@
El autocuidado y la autocompasión son fundamentales para una gestión saludable del estrés. En lugar de criticarte o culparte por sentirte estresado, busca formas de cuidar de ti mismo, tanto en cuerpo como en mente. Esto puede incluir desde dedicar tiempo a actividades que disfrutes hasta desarrollar un diálogo interno más amable y positivo.

Optimismo Realista
Adoptar una perspectiva positiva y, a la vez, realista nos permite no caer en el pesimismo o la negación de los problemas. No se trata de ignorar la gravedad de la situación, sino de reconocer que, aunque es desafiante, contamos con los recursos necesarios para enfrentarlo.

El optimismo realista implica reconocer las dificultades mientras creemos en nuestra capacidad para superarlas. Practicar el agradecimiento diario puede ayudarte a cultivar esta actitud, ya que refuerza el enfoque en lo positivo sin ignorar la realidad.

Autocontrol

Encontrar pequeños momentos de calma puede ser fundamental. Practicar la respiración consciente o tomarse unos minutos para ordenar nuestros pensamientos ayuda a reducir la ansiedad y a encontrar claridad.

Creatividad en la resolución de problemas

La creatividad nos permite encontrar soluciones inesperadas. En un contexto de desastre natural, esta capacidad puede ser útil para afrontar las necesidades de adaptación y cambio de planes.

Estrategias para Activar tus Fortalezas en Momentos de Estrés

Poner en práctica estas fortalezas puede marcar la diferencia en cómo afrontamos el estrés:

  • Recuerda tus logros: Reflexiona sobre las ocasiones en que superaste obstáculos en el pasado. Este ejercicio refuerza tu autoconfianza y te recuerda que puedes afrontar nuevas situaciones desafiantes.

  • Establece una rutina de autocuidado: Dedicar tiempo a actividades que disfrutes y que te permitan desconectar es clave para recargar tus energías. Puede ser desde leer un libro hasta pasar tiempo en la naturaleza.

  • Mantén el foco en tus metas a largo plazo: El optimismo realista también implica mantener una visión de futuro. Haz una lista de tus metas personales y profesionales; recordar que estás avanzando hacia algo significativo te ayudará a relativizar el estrés del día a día.

El estrés es una parte inevitable de la vida, pero podemos aprender a gestionarlo desde nuestras propias fortalezas internas. Reconocer y trabajar en estas habilidades nos permite hacer frente a los desafíos de manera saludable y resiliente. Recuerda que la resiliencia no se desarrolla en aislamiento. Aceptar apoyo y ser parte de una red comunitaria ayuda a sobrellevar la carga emocional. Podemos conectarnos con amigos, familiares o grupos locales para compartir recursos, recibir o brindar ayuda y sentirnos menos solos en la experiencia.

En medio de una crisis, buscar significado en lo que vivimos nos ayuda a tener una perspectiva más amplia. Así, transformamos el estrés en una oportunidad para crecer y aprender de nosotros mismos. ¿Qué puedes aprender de esta situación sobre ti mismo? Reflexionar sobre cómo has afrontado estos desafíos antes y los valores que guían tus decisiones puede darte un ancla emocional. Recuerda que, si necesitas apoyo en este proceso, la psicoterapia puede ser un gran aliado para ayudarte a descubrir y potenciar tus recursos internos.

Para finalizar, quiero dejarte una herramienta efectiva para aliviar la carga emocional en momentos de alto estrés es la técnica de atención plena basada en la respiración consciente. Esta herramienta ayuda a reducir la ansiedad y mejora la claridad mental al enfocar la atención en el momento presente. te explico cómo practicarla:

  • Encuentra un lugar tranquilo: Si puedes, busca un lugar sin distracciones. Si estás en una situación caótica, intenta crear un "espacio mental" de calma cerrando los ojos o enfocando tu atención en un punto fijo.

  • Respira profundamente: Inhala lentamente por la nariz, sostén la respiración un par de segundos y exhala por la boca. Mientras respiras, lleva toda tu atención a la sensación del aire entrando y saliendo de tus pulmones. Este enfoque ayuda a reducir la actividad en la amígdala, la parte del cerebro que regula la respuesta al estrés.

  • Ancla en el presente: Mientras respiras, trata de conectar con el aquí y el ahora. Puedes notar cómo se sienten los pies en el suelo o el sonido de tu respiración. Esto refuerza la conexión con tus recursos internos, disminuyendo la ansiedad y fomentando una sensación de estabilidad.

Esta técnica puede acompañarse de pensamientos afirmativos como, “Estoy aquí, estoy a salvo” o “Este momento pasará”. Practicarla unos minutos al día, o siempre que lo necesites, es una manera accesible y útil de mejorar la regulación emocional en tiempos difíciles.