Activando el Sistema Parasimpático: Un Camino Hacia la Calma y el Bienestar Emocional
En este artículo, exploraremos qué es el sistema parasimpático, cómo se activa y qué prácticas cotidianas podemos implementar para mantenerlo activo.
HERRAMIENTA
Irene de Ana
11/11/20245 min read
La vida moderna nos enfrenta a un constante flujo de estímulos, tareas y obligaciones que pueden generarnos altos niveles de estrés. Después de vivir experiencias difíciles, el cuerpo y la mente pueden quedar en un estado de alerta continua. Esta respuesta natural, aunque protectora, puede dificultar el descanso, la concentración y la sensación de seguridad. Para sanar y recuperar una vida en equilibrio, es esencial activar el sistema parasimpático, el “freno natural” del cuerpo que nos ayuda a encontrar la calma y a restaurar el bienestar.
En este artículo, exploraremos qué es el sistema parasimpático, cómo se activa y qué prácticas cotidianas podemos implementar para mantenerlo activo.
¿Qué es el Sistema Parasimpático?
El sistema parasimpático es una de las dos ramas principales del sistema nervioso autónomo, junto con el sistema simpático. Mientras que el sistema simpático se activa en momentos de estrés o peligro, preparando nuestro cuerpo para luchar o huir, el sistema parasimpático tiene un rol opuesto: su función principal es reducir la activación del cuerpo y llevarlo a un estado de calma y restauración.
Activar el sistema parasimpático es, en términos simples, como accionar el "freno" en nuestro cuerpo. Cuando lo hacemos, reducimos la tensión muscular, disminuimos el ritmo cardíaco y promovemos funciones vitales como la digestión, la recuperación y el sueño.
Efectos fisiológicos de la activación Parasimpática
Cuando el sistema parasimpático está activo, se producen una serie de cambios fisiológicos que favorecen la tranquilidad:
Frecuencia Cardíaca y Respiración: Una de las señales más claras de la activación parasimpática es el descenso en la frecuencia cardíaca. A medida que el sistema parasimpático se activa, el ritmo cardíaco se desacelera y la respiración se vuelve más profunda y lenta, contribuyendo a una sensación de serenidad.
Tono Vagal: El nervio vago es una de las estructuras más importantes en la regulación del sistema parasimpático. Este nervio, que conecta el cerebro con el abdomen, juega un papel crucial en la respuesta de relajación del cuerpo. Al estimular el nervio vago, se genera un efecto calmante que se extiende por todo el organismo, ayudando a reducir la ansiedad y el estrés.
Digestión y Sistema Inmune: El sistema parasimpático estimula el funcionamiento digestivo, permitiendo una adecuada absorción de nutrientes y una mejor recuperación de energía. Además, cuando estamos en calma, el cuerpo puede dedicar más recursos al sistema inmunológico, mejorando así nuestras defensas contra enfermedades.
¿Cómo activo el Sistema Parasimpático?
Para muchas personas, activar el sistema parasimpático requiere de prácticas conscientes y repetidas que contrarresten el ritmo acelerado de la vida diaria. Aquí te comparto algunos métodos efectivos:
Respiración Diafragmática: La respiración profunda y controlada es una de las formas más rápidas y efectivas para activar el sistema parasimpático. Al inhalar profundamente hacia el abdomen y exhalar lentamente, el nervio vago se estimula, enviando señales de calma al cerebro y al cuerpo. Puedes practicar inhalando durante 4 segundos, manteniendo la respiración durante 2 segundos y exhalando durante 6 segundos.
Mindfulness y Meditación: Estas prácticas ayudan a entrenar la mente para mantenerse en el momento presente, reduciendo la activación del sistema simpático y permitiendo que el sistema parasimpático tome el control. La meditación y el mindfulness reducen la frecuencia cardíaca y la presión arterial, y con el tiempo, pueden ayudar a regular la respuesta de estrés del cuerpo.
Visualización lugar seguro: Imaginar un lugar seguro y confortable, lleno de detalles positivos, puede ayudar a activar el sistema parasimpático. Esta técnica estimula una sensación de paz que puede sostenerse incluso después de la visualización.
Yoga y Movimientos Suaves: El yoga, especialmente sus estilos más pausados como el yin yoga, está diseñado para combinar movimientos suaves con respiraciones profundas, facilitando la activación parasimpática. Otros ejercicios como el Tai Chi y el Qi Gong también promueven la calma, ayudando a reducir la tensión y promover la relajación.
Contacto Social y Emocional Positivo: Interactuar con personas de confianza y compartir momentos significativos puede activar el sistema parasimpático, especialmente si esas interacciones generan sentimientos de seguridad y apoyo. El contacto físico, como un abrazo, también puede tener un efecto calmante al liberar oxitocina, la hormona del bienestar.
Técnica de Liberación Emocional (EFT): se basa en golpeteos suaves con los dedos en puntos de presión clave, mientras se repite en voz alta una afirmación centrada en la emoción o situación que provoca estrés.
Para poner en práctica esta técnica, piensa en un problema que te preocupe y evalúa del 0 al 10 cómo te hace sentir.
Elabora una oración que describa su problema, seguida de un mensaje de autoaceptación. "Aunque me asusta tener que ir, me acepto profunda y completamente"
Golpee suave y repetidamente el borde de la palma de la mano, debajo del dedo meñique. Mientras golpetea, diga su declaración en voz alta 3 veces.
Repite el paso anterior siguiendo el orden de la imagen.
Deténgase y vuelva a medir cómo se siente acerca de su problema.
Repita los pasos si es necesario.
Estrategias del día a día para mantener activo el Sistema Parasimpático
Incorporar prácticas diarias que fomenten la activación parasimpática puede marcar una gran diferencia en nuestro bienestar emocional. Aquí algunas ideas:
Establecer Rutinas Calmantes: Diseñar una rutina para el final del día que incluya desconectar de dispositivos electrónicos y realizar actividades relajantes, como leer o escuchar música suave, puede ayudar al cuerpo a relajarse y prepararse para el descanso.
Tiempo en la Naturaleza: Pasar tiempo en espacios verdes, cerca del agua o bajo la luz del sol tiene efectos profundos en nuestro sistema nervioso. La naturaleza ayuda a reducir la actividad del sistema simpático y activa el parasimpático, promoviendo una recuperación emocional y física.
Alimentación y Digestión Consciente: Comer de forma lenta y consciente, saboreando cada bocado y evitando distracciones, favorece la digestión y la activación parasimpática. La digestión adecuada depende del estado de calma, por lo que al reducir el estrés en las comidas, favorecemos la absorción de nutrientes y el bienestar general.
En una sociedad donde el estrés parece estar siempre al acecho, aprender a activar el sistema parasimpático se convierte en una habilidad invaluable. La calma que buscamos no está fuera de nosotros, sino en la capacidad de nuestro cuerpo y mente para restablecer el equilibrio.
La activación del sistema parasimpático no solo ayuda a recuperar la calma, sino que también es fundamental para el proceso de sanación y fortalecimiento. Integrar estas técnicas en el día a día permite que el cuerpo vuelva a sentir seguridad y serenidad, ofreciendo un camino hacia una vida más plena y en equilibrio. A través de prácticas como la respiración consciente, la meditación, el contacto social y la conexión con la naturaleza, podemos devolverle a nuestro cuerpo la capacidad de calmarse, restaurarse y disfrutar de una salud emocional plena.
Si deseas aprender más sobre técnicas de regulación emocional y cómo el sistema nervioso influye en tu bienestar, contáctanos para agendar una consulta y comenzar este viaje hacia la calma y la seguridad.
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