El Yin y Yang de la Autocompasión

La autocompasión es una práctica poderosa que permite tratarnos con la misma amabilidad y comprensión que ofreceríamos a un amigo querido. Sin embargo, esta práctica tiene diferentes facetas que, al igual que el yin y yang, se complementan y equilibran entre sí. Entender estas dos dimensiones puede profundizar nuestra capacidad para cuidarnos de manera efectiva.

AUTOCOMPASIÓN

Irene de Ana

5/17/20242 min read

El concepto del yin y yang proviene de la filosofía china y representa fuerzas opuestas pero complementarias que interactúan formando un todo mayor armonioso y equilibrado

En términos de autocompasión, estas fuerzas se manifiestan como el yin y yang de la autocompasión, que pueden entenderse como aspectos de "suavidad" y "firmeza".

El Yin de la autocompasión se enfoca en brindarnos calor y apoyo cuando enfrentamos dolor o sufrimiento.

El Yang de la autocompasión nos impulsa a movilizarnos para defendernos, establecer límites y hacer cambios necesarios en nuestras vidas.

A continuación, veremos las cualidades de estas dos dimensiones complementarias:

El Yin de la autocompasión
El Yang de la autocompasión

Las cualidades que definen al Yin son: 

  • Consolar: darnos apoyo para superar nuestras necesidades emocionales. 

  • Calmar: ayudarnos a sentirnos mejor, especialmente encontrando paz física. 

  • Validar: entender nuestra experiencia y ser capaz de encontrar palabras de amabilidad.

¿Cómo podemos poner en práctica estas cualidades? Puedes tomarte un tiempo para descansar cuando estés agotad@, hablarte a ti mism@ con palabras amables, permitirse sentir y llorar cuando estás triste... Esta práctica te permitirá sentir una curación emocional. También reduce el estrés y la ansiedad, y mejora el bienestar general.

Las cualidades que definen al Yang son: 

  • Proteger: sentirnos a salvo estableciendo límites a los demás a nuestro propio sufrimiento.  

  • Proveer: darnos lo que realmente necesitamos

  • Motivar: facilitarnos apoyo y estímulo para satisfacer nuestras necesidades sin juzgarnos. 

¿Cómo podemos poner en práctica estas cualidades? Puedes empezar por decir "no" a situaciones o personas que te hacen daño, tomar decisiones que prioricen tu bienestar, actuar para cambiar circunstancias adversas... Esta práctica te ayudará a fomentar la autodeterminación, fortalecer la autoestima, y nos ayuda a mantenernos seguros y protegidos.

El equilibrio entre el yin y yang de la autocompasión es esencial para un bienestar emocional óptimo. Aquí hay algunas estrategias para lograr este equilibrio:

  1. Autorreflexión Regular: Tómate tiempo para reflexionar sobre tus necesidades emocionales y físicas. Pregúntate qué es lo que realmente necesitas en este momento: ¿un abrazo cálido o una acción firme?

  2. Práctica de Mindfulness: Utiliza la atención plena para observar tus emociones y reacciones sin juzgarte. Esto te permitirá reconocer cuándo necesitas suavidad y cuándo necesitas firmeza.

  3. Desarrollo de Habilidades: Aprende y practica habilidades tanto de autocuidado como de asertividad. Esto incluye técnicas de relajación, autoafirmaciones positivas, y habilidades para establecer límites.

  4. Búsqueda de Apoyo: No dudes en buscar el apoyo de amigos, familiares o profesionales cuando lo necesites. A veces, un enfoque externo puede ayudarte a ver claramente qué aspecto de la autocompasión necesitas en un momento dado.

Encontrando el equilibrio

La autocompasión no es solo ser amables con nosotros mismos en tiempos difíciles; también es ser firmes y protegernos cuando es necesario. El equilibrio entre el yin y yang de la autocompasión nos permite cuidarnos de manera integral, promoviendo una mayor resiliencia y bienestar emocional. Al cultivar tanto la suavidad como la firmeza, podemos encontrar un equilibrio armonioso que nos apoye en cada aspecto de nuestras vidas.

Y tú, ¿ya sabes qué necesitas ahora? Si quieres empezar tu propio viaje hacia la aceptación y el amor propio, no dudes en pedir una primera cita para conocernos. 

Artículo basado en el trabajo de Kristin Neff y Christopher Germer.